martes, 26 de abril de 2016
LAS NECESIDADES MÁS VITALES DEL NIÑO EN LA ESCUELA DE INICIACIÓN
1. LA NECESIDAD DE SEGURIDAD
El niño
necesita también en los entrenamientos un ambiente íntimo y familiar que le dé
seguridad y confianza.
Es
recomendable no cambiar frecuentemente el lugar del entrenamiento ni el formador que imparte
las clases.
Volviendo a
juegos que ya conocen (pero presentando una variante) les gusta porque los
contenidos ya experimentados les facilita la ganancia de nuevas experiencias.
El niño de
la escuela formativa exige relaciones tan estables como en su familia.
Además, los
entrenamientos deberían desarrollarse siempre en instalaciones deportivas
seguras (con campos de juego sin piedras y desniveles sorprendentes), aplicando
reglas de juego que eviten situaciones peligrosas y violentas.
2. LA NECESIDAD DE GANAR EXPERIENCIA NUEVA
Nada puede
ser comprendido completamente, sin haberlo practicado.
En vez de
decir a los niños lo qué deben hacer, sería mejor permitirles resolver
propiamente los problemas de una tarea.
Los niños
necesitan descubrir el mundo, también el mundo del deporte y del fútbol.
Consecuentemente
el niño prefiere ser más estimulado que instruido, lo que el formador consigue
por medio de una gran variedad de juegos simplificados y actividades
multilaterales a la medida de sus capacidades intelectuales y físicas.
La
posibilidad de poder ganar en cada entrenamiento y partido nueva experiencia
desarrolla la inteligencia del niño.
3. LA NECESIDAD DE SER RECONOCIDO SU ESFUERZO
El
reconocimiento en público de sus méritos es un gran aliciente para cada niño.
Con elogios suele esforzarse aún más.
El formador
o los padres son para el niño hasta 12 años como un espejo en el cual ve su capacidad
o incapacidad.
Consecuentemente
el formador, pero también los padres, deben intentar ser siempre positivos y
deben aprender a hacer elogios, evitando al mismo momento las críticas.
4. LA NECESIDAD DE TENER RESPONSABILIDADES
El niño
prefiere hacer casi todo por si mismo, sin depender demasiado del adulto.
Quiere llegar a ser independiente lo más antes posible.
La
metodología de la enseñanza debe respetar esta necesidad de los niños,
asegurando que busquen con frecuencia por su cuenta soluciones a los problemas que
el formador presenta pero no resuelve.
Él solo
debería intervenir en el auto-aprendizaje del niño en caso de necesidad.
La necesidad
de tener responsabilidades abarca también proponer modificaciones de las reglas
de un juego determinado o preparar sus propios campos de práctica, además de
disfrutar del permiso del formador para realizar en cada entrenamiento unos 10
hasta 15 minutos de práctica libre en la cual los niños mismos deciden sobre
qué hacer, cómo ejecutarlo, en que parte del campo hacerlo y con quien realizar
la actividad elegida.
5. LA NECESIDAD DE JUGAR
Jugar es
para el niño tan vital como el sueño: necesario para su salud corporal y para
su mente. El niño aprende jugando. Así satisface su deseo de moverse y
descubrir el mundo.
Consecuentemente
el juego es siempre el punto central de cada sesión de entrenamiento.
El arte de
enseñanza es adaptar el juego al niño y no al revés.
Jugando con
los demás facilita la capacidad de comunicación y estimula el proceso de toma
de decisiones.
Pero jugando
sin pensar es como tirar a portería sin apuntar.
6. LA NECESIDAD DE SOCIALIZARSE CON LOS DEMÁS
Cualquier
niño busca instintivamente a otros.
Cuanto más
mayor sea, más compañeros de su edad necesita.
Le encanta
asociarse e identificarse con un grupo o un equipo para lograr sus objetivos
comunes.
7. LA NECESIDAD DE MOVERSE
El niño es
activo por naturaleza.
Suele
descubrir su entorno y experimenta con todo lo que le rodea.
No tiene
paciencia para esperar en filas mucho tiempo hasta que le toca el turno.
Estar parado
no es cosa de los niños.
Por eso tan
poco le complace estar en el banquillo o recibir órdenes del profesor sobre qué
hacer en qué momento. Juegos simplificados con pocos participantes aseguran una
mayor actividad, intensidad y participación completa, física y mental, que la
práctica de las competiciones oficiales (tradicionales).
8. LA NECESIDAD DE VIVIR EN EL PRESENTE
Al niño ni
le interesa el pasado ni el futuro.
Su sentido del
tiempo es completamente distinto a aquel de un adulto.
Vive siempre
muy intensamente el momento actual y el hoy sin pensar en mañana o ayer, que
para él están muy lejos.
9. LA NECESIDAD DE LA VARIEDAD
Cuanta más
variedad, menos será el aburrimiento y cansancio.
Una gran
variedad de estímulos es fundamental para mantener el nivel de atención alto
por bastante tiempo.
Sin variar
frecuentemente el método de presentación y los contenidos la atención del niño
suele desviarse.
Es también
necesario variar el grado de intensidad entre las distintas actividades
propuestas para el formador así como asegurar qué juegos multilaterales se
alternan con tareas específicas del fútbol.
Además sería
conveniente mezclar el método global con el analítico y el entrenamiento
colectivo, igual para todos los jugadores de un equipo o grupo, con el individualizado
que respeta las características de una demarcación.
10. LA NECESIDAD DE SER COMPRENDIDO POR LOS ADULTOS
Parece que
los niños viven en un mundo distinto al de los adultos.
“No son
adultos en miniatura”.
Tienen otros
problemas que los adultos, aprenden de una forma distinta y no piensan de forma
tan lógica como suelen hacerlo los adultos.
Falta la
coherencia de las cosas.
Su
estabilidad emocional depende en alto grado de la velocidad de su crecimiento
biológico.
No saben
dosificar sus esfuerzos y suelen cansarse rápidamente.
Por eso, los
adultos que les rodean, deberían ser personas bien preparadas para poder guiar
correctamente a los niños en la búsqueda de su propia identidad.
Se comportan
como se sienten.
Debido a
todas estas razones, los adultos que trabajan y conviven con niños deberían ser
personas muy bien preparadas con el fin de poder estimular y guiar a los
jóvenes en su búsqueda de su personalidad e identidad.
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