Desde hace años, los alumnos que se forman para ser profesores de educación física deben examinarse de anatomía funcional, y esta materia también se considera necesaria en la formación de los entrenadores. En el ámbito escolar, la anatomía funcional también forma parte del contenido de teoría deportiva estudiada en la asignatura de educación física (en el marco de la biología deportiva y la teoría del entrenamiento) y se aplica para explicar cómo se realizan los movimientos deportivos. Aun así, continúan faltando publicaciones que informen sobre las necesidades de una anatomía deportiva funcional, exceptuando la literatura especializada, orientada a la formación médica, y que es, por un lado, demasiado
cara y, por otro lado, suele ser incomprensible e inadecuada para el sector deportivo, debido al lenguaje especializado que utiliza. La finalidad de este libro, que analiza los fundamentos funcionales y anatómicos de prácticamente todos los deportes olímpicos de invierno y de
verano, consiste en hacer posible una aproximación a la anatomía deportiva que hasta ahora ha fracasado por la dificultad de la comprensión del lenguaje especializado.