El entrenador de jóvenes debe tener
claro que los Partidos son una experiencia formativa única y la más importante
para poner en práctica y evaluar todo lo aprendido en los entrenamientos.
Actitud del Entrenador antes del Partido:
• Breve repaso a lo que se ha estado
trabajando duran te la semana en los entrenamientos.
• Recordar a los jugadores que se
olviden del árbitro y se dediquen a jugar.
• Antes de salir al campo debemos
reunir a todo el equipo (titulares y suplentes) para gritar una consigna (‘grito de guerra’).
• Salir al centro del campo TODOS los
jugadores (titulares y suplentes) de forma ordenada y saludar (aplaudir) al público.
Actitud del Entrenador durante el Partido:
• Nunca protestar las decisiones del
árbitro, ni permitir que nadie del banquillo lo haga, hay que dar ejemplo.
•Animar a los jugadores cuando
cometen un error.
•Ver siempre los aspectos positivos
de tu equipo.
•Intentar que se centren rápidamente
en la próxima Tarea.
•Evitar gestos o comentarios de
desaprobación hacia los jugadores.
•Valorar el rendimiento de los
jugadores independientemente del resultado.
•Aceptar los errores con optimismo.
•Dirigir el Partido con objetividad,
con independencia del marcador.
•Transmitir mensajes positivos a los
jugadores.
•No decir a los jugadores
continuamente lo que tienen que hacer, dejar que piensen y aprendan a decidir.
•Reconocer el mérito cuando intentan
hacer lo correcto pero no lo consiguen.
•Debemos adoptar un estilo positivo y
constructivo que ayude a los jugadores. Más que recriminar y corregir es mejor
reforzar las conductas positivas de los jugadores.
•En general, debemos dirigir el
partido sin gestos de desaprobación o enfado, con una actitud tranquila que
favorezca el buen funcionamiento del equipo.
Actitud del Entrenador en el descanso:
La actitud de los jugadores y del
Entrenador en el descanso es fundamental para la correcta recuperación y preparación
de la segunda parte; mal aprovechado puede resultar negativo ya que los
jugadores pueden desconcentrarse y provocar que no rindan al máximo.
Este debe ser precisamente el
objetivo del Entrenador en los Descansos: que los jugadores salgan concentrados y preparados para rendir al
máximo en la segunda parte.
•Los períodos de descanso tienen como
objetivo que los jugadores se recuperen, beban agua, se reajusten los vendajes,
las botas, se pongan hielo en los golpes, etc.
•Debemos demorar nuestra entrada en
el vestuario 1 o 2 minutos para que hablen entre ellos, bajen las pulsaciones y se relajen sin ningún tipo
de presión. Este momento lo aprovechamos para meditar brevemente lo que queremos
transmitir a los jugadores en lugar de actuar impulsivamente sin una estrategia
determinada.
•No dedicar el tiempo de los
descansos a recriminar a los jugadores sus errores.
•El Entrenador debe dirigirse a ellos
con el objetivo de mejorar su rendimiento en la segunda parte.
•La pausa es muy valiosa y va a
marcar el desarrollo de la segunda parte, por eso no debemos improvisar
dependiendo de nuestro estado de ánimo, los mensajes positivos suelen llevar a resultados
positivos.
• Al dar instrucciones debemos seguir
las mismas pautas que deben predominar en un partido:
-Pocas, precisas y muy claras
instrucciones. Centradas en las conductas concretas que los jugadores deberán
realizar.
-En poco tiempo debemos recordar, corregir
y reforzar las acciones del primer tiempo, siempre que sean relevantes para la
segunda parte.
De esta forma el refuerzo servirá para
fortalecer la autoconfianza de los jugadores al destacarse conductas que
dependen de ellos mismos. Sin embargo, no es conveniente destacar acciones
esporádicas como un Tiro, un Regate, etc.
-A continuación debemos dar
instrucciones específicas sobre los objetivos prioritarios a realizar en la
segunda parte.
-Finalmente, terminar con mensajes
optimistas que animen a los jugadores.
Actitud del Entrenador al finalizar
el Partido:
Una de las partes más importantes de
la formación de nuestros jóvenes deportistas es el final del Partido, donde el
entrenador debe ser un modelo de comportamiento para sus jugadores, por ello,
debe adoptar conductas adecuadas ya que los jugadores las tenderán a imitar.
Controlar las emociones: Se debe
adoptar una actitud equilibrada con independencia del resultado del Partido. No
se debe mostrar una exagerada euforia si se ha ganado, ni tampoco una actitud
de
‘cabreo’ cuando se ha perdido o se ha
jugado mal.
•Debemos felicitar al Entrenador
contrario y al árbitro. Enseñar a los jugadores a felicitar al equipo contrario
y al árbitro. Mostrarse tranquilo y respetuoso.
•El Partido ha terminado, ya habrá
tiempo de analizarlo, ahora lo importante es mostrar nuestro apoyo a los
jugadores. No es momento de charlas, no es momento de analizar nada, ni de
explicar nada, ni de corregir nada, como mucho alguna palabra de ánimo y
despedirse con optimismo hasta el próximo entrenamiento.
•Todo ha terminado, nuestro trabajo
como Entrenadores debe ser analizar el partido para saber qué objetivos debo
trabajar en los próximos entrenamientos para mejorar el desempeño de mis jugadores y equipo.
•El primer entreno después del
partido es el momento ideal para analizar, corregir y ayudarles a que se den cuenta de los aspectos que deben
mejorar
.