Existen diversos canales de energía desde los sistemas de
almacenamiento a los músculos, que por regla general se subdividen en
dos: los que requieren de oxígeno
(aeróbicos) y los que no necesitan de él (anaeróbicos). El objetivo
final de esta operación es convertir la energía de los enlaces químicos
de los macronutrientes como el adenosín trifosfato (ATP) en los músculos, la única forma junto con la fosfocreatina (CP) que posee el cuerpo humano de transformar energía en trabajo
muscular. 8
no obstante existen otros canales que se activan rápidamente
dependiendo de la demanda de trabajo a la que se someta al organismo.
Debido a que el almacenamiento de ATP en los músculos es muy
limitado (preparado tan solo para proporcionar energía durante apenas
unos minutos, el almacenamiento de ATP se agota y se renueva
aproximadamente durante unas 5000 veces al día,
La otra vía que posee el organismo es el metabolismo de carbohidratos, a lo que se denomina glicólisis, que abastece a las células a través del torrente sanguíneo de glucógeno. La vía de la glicólisis es una cadena de reacciones que básicamente tiene como misión obtener ATP por fosforilación a nivel de sustrato mediante la hidrólisis de un compuesto de seis carbonos, la glucosa, produciéndose dos moléculas de 3-carbonos, denominadas piruvato. El piruvato tiene varios potenciales: puede ser oxidado en la propia célula que realizó la glucólisis o exportado a otras células musculares para su oxidación, o dirigido al hígado
para ser transformado en glucosa de nuevo. La glicólisis es
relativamente rápida si se compara con la respiración aeróbica.
Proporciona una gran cantidad de energía durante los primeros minutos
del ejercicio y durante actividades de baja intensidad prolongadas en el
tiempo. Investigaciones realizadas sobre el ácido láctico
hacen ver, que a pesar de ser restos de la glicólisis, estos participan
también en la mejora oxidativa de los músculos vecinos actuando además
como síntesis de nueva glucosa en el hígado.9 Los textos de bioquímica
que explican los canales de la glucólisis mencionan siempre como el
piruvato entra en el ciclo de los ácidos tricarboxílicos (conocido
también como Ciclo de Krebs).
A pesar de esto, algunos autores creen que la formación de ácido
láctico durante el ejercicio es debido a una falta de oxígeno
(anaerobiosis), el punto de vista prevaleciente indica que la producción
del ácido sea iniciada cuando la velocidad de generación de glucólisis
excede a la velocidad de la fosforilación oxidativa. Este punto de vista ha sido re-examinado a la luz de evidencias en el uso del ácido láctico en los orgánulos intracelulares.10 Durante el ejercicio prolongado, especialmente cuando las reservas de glucógeno son bajas, las contribuciones de aminoácidos
al abastecimiento de energía puede llegar a exceder un 10%. Los
carbohidratos se almacenan junto con un contenido de agua como glucógeno
en el hígado
y en los músculos. Estos dos almacenes de glucógeno poseen dos
propósitos diferentes: el glucógeno del músculo inyecta combustible vía
el ácido láctico.
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