EL REGATE
DEFINICIÓN
Es la acción técnica individual que efectuamos en posesión del balón desbordando al contrario que se nos enfrenta, dejándolo fuera de participación momentánea en el juego y conservando el control del medio.
Si nos entra lateral, o por detrás el desbordamiento equivale a desprendernos de él, anular su intento y dejarlo fuera de participación.
CLASES DE REGATE
Regate simple:
Basado únicamente en la velocidad.
No efectuamos acción previa para desbordar al adversario.
Podemos enviar el balón raso, a media altura o alto.
Exige un cambio de ritmo inmediato.
Regate compuesto
Cuando se hace finta previa.
Desequilibrado el adversario, se hace buen cambio de ritmo y le desbordamos.
Existe gran variedad de regates de este tipo, dependiendo de la imaginación de cada jugador, la riqueza de recursos.
Algunos grandes jugadores han acuñado su propio regate: Garrincha, Pelé, Kubala, Maradona, Romario, etc.
Dependiendo de la situación del adversario hablaremos de:
Contrario enfrente: Desbordar
Contrario lateral: Desbordar o desprendernos
Contrario detrás: Desprendernos
Si nos entra lateral, o por detrás el desbordamiento equivale a desprendernos de él, anular su intento y dejarlo fuera de participación.
CLASES DE REGATE
Regate simple:
Basado únicamente en la velocidad.
No efectuamos acción previa para desbordar al adversario.
Podemos enviar el balón raso, a media altura o alto.
Exige un cambio de ritmo inmediato.
Regate compuesto
Cuando se hace finta previa.
Desequilibrado el adversario, se hace buen cambio de ritmo y le desbordamos.
Existe gran variedad de regates de este tipo, dependiendo de la imaginación de cada jugador, la riqueza de recursos.
Algunos grandes jugadores han acuñado su propio regate: Garrincha, Pelé, Kubala, Maradona, Romario, etc.
Dependiendo de la situación del adversario hablaremos de:
Contrario enfrente: Desbordar
Contrario lateral: Desbordar o desprendernos
Contrario detrás: Desprendernos
FINALIDAD Y JUSTIFICACIÓN DEL REGATE
A continuación detallamos algunos de los objetivos que el buen regateador tiene cuando lleva a cabo esta acción técnica tan vistosa:
Desequilibrar al contrario y dejarle momentáneamente fuera del juego: Superioridad numérica.
Facilitar el desmarque de compañeros: Apoyo. Ruptura.
Colocar el jugador en posición de otra acción: tiro, pase, etc.
Desmoralizar al contrario: inferioridad psicológica.
Ganar tiempo.
Conservar el balón y por tanto la iniciativa.
Imprimir al juego la velocidad y seguridad precisa.
Desorientar al contrario de nuestra intención.
Cambiar de ritmo y orientación al juego.
Improvisar las acciones más convenientes al momento.
La justificación del regate vendrá dada por las circunstancias del juego: el marcador, zona del campo, posición de compañeros y rivales, posibilidad de tiro opase, etc. De esta manera el regate estará justificado cuando:
En área contraria para buscar ángulo o posición de tiro.
Cuando estamos rodeados de contrarios y no podemos pasar.
Cuando el fin del equipo, es temporizar y conservar el balón.
Cuando con adversario próximo no tenemos compañeros a distancia de nuestras posibilidades de pase.
Por el contrario, no estará justificado el regate:
Cuando el tiro, el pase y la conducción, sean posibles.
Estando en área propia y más si hay densidad de jugadores contrarios.
A continuación detallamos algunos de los objetivos que el buen regateador tiene cuando lleva a cabo esta acción técnica tan vistosa:
Desequilibrar al contrario y dejarle momentáneamente fuera del juego: Superioridad numérica.
Facilitar el desmarque de compañeros: Apoyo. Ruptura.
Colocar el jugador en posición de otra acción: tiro, pase, etc.
Desmoralizar al contrario: inferioridad psicológica.
Ganar tiempo.
Conservar el balón y por tanto la iniciativa.
Imprimir al juego la velocidad y seguridad precisa.
Desorientar al contrario de nuestra intención.
Cambiar de ritmo y orientación al juego.
Improvisar las acciones más convenientes al momento.
La justificación del regate vendrá dada por las circunstancias del juego: el marcador, zona del campo, posición de compañeros y rivales, posibilidad de tiro opase, etc. De esta manera el regate estará justificado cuando:
En área contraria para buscar ángulo o posición de tiro.
Cuando estamos rodeados de contrarios y no podemos pasar.
Cuando el fin del equipo, es temporizar y conservar el balón.
Cuando con adversario próximo no tenemos compañeros a distancia de nuestras posibilidades de pase.
Por el contrario, no estará justificado el regate:
Cuando el tiro, el pase y la conducción, sean posibles.
Estando en área propia y más si hay densidad de jugadores contrarios.
CUALIDADES DEL REGATEADOR
No resulta sencillo en el fútbol de hoy en día encontrar jugadores que dominen esta acción técnica. Para su manejo es importante:
Dominar los apoyos en el suelo.
Dominar el cuerpo.
Dominar el balón a pesar de velocidad y oposición.
Tener un buen cambio de ritmo.
Imaginación para variedad.
Decisión.
Agresividad ofensiva.
Sentido práctico del juego (no malabarista).
METODOLOGÍA EN EL ENTRENAMIENTO DEL REGATE
Existen comentes de opinión que consideran el regate puramente innato c intuitivo. Para ellos la iniciativa y la fantasía del jugador dan las soluciones a sus regates.
Ángel Vilda refleja en su tesina, que realizó a través de una encuesta, los siguientes resultados:
32% aprendió a regatear “VIENDO FUTBOL”
39% aprendió a regatear “DE NACIMIENTO”
29% aprendió a regatear “PRACTICANDO”
A la vista de estos datos, sacamos la conclusión de que viendo o practicando (entrenando) aprendieron un 61 % de los futbolistas encuestados.
En esta misma encuesta se cita:
Un 30,5% entrenan, para mejorar el regate, por su cuenta,
Un 31,0% entrenan para mejorar el regate con entrenador.
Un 17,0% entrenan para mejorar el regate sin aclarar como.
Un 13,0% practican para mejorar el regate en partidos amistosos y oficiales.
Un 6,5% no entrenan el regate.
Un 2,0% entrenan cualidades físicas para mejorar el regate.
En resumen:
78,5% entrenan para mejorar regate.
2,0% entrenan físicamente para mejorar.
13% practican sin entrenamiento previo.
6,5% no entrenan.
Una combinación de ambas encuestas puede llevarnos a la conclusión de la necesidad y los efectos positivos del entrenamiento y trabajo del regate como acción técnica.
La programación del entrenamiento para el regate ha de ser metódica y debe cumplir algunos requisitos fundamentales:
De lo simple a lo complicado.
De parado a “en movimiento”.
Ejecutar de lento a rápido.
Descomponer en fases para ver y corregir defectos
De oposición estática a oposición real.
En los primeros años, hasta llegar a infantiles, los jugadores realizan regates por imitación de ídolos. La edad adecuada para el entrenamiento dirigido del regate es de 12 a 16 años y posteriormente de mejora, para potenciar y automatizar las acciones ya dominadas y dotar de mayor número de salidas.
Siempre tendremos que respetar la forma característica de realizar esta acción, ya que tiene su propia personalidad futbolística cada jugador.
No resulta sencillo en el fútbol de hoy en día encontrar jugadores que dominen esta acción técnica. Para su manejo es importante:
Dominar los apoyos en el suelo.
Dominar el cuerpo.
Dominar el balón a pesar de velocidad y oposición.
Tener un buen cambio de ritmo.
Imaginación para variedad.
Decisión.
Agresividad ofensiva.
Sentido práctico del juego (no malabarista).
METODOLOGÍA EN EL ENTRENAMIENTO DEL REGATE
Existen comentes de opinión que consideran el regate puramente innato c intuitivo. Para ellos la iniciativa y la fantasía del jugador dan las soluciones a sus regates.
Ángel Vilda refleja en su tesina, que realizó a través de una encuesta, los siguientes resultados:
32% aprendió a regatear “VIENDO FUTBOL”
39% aprendió a regatear “DE NACIMIENTO”
29% aprendió a regatear “PRACTICANDO”
A la vista de estos datos, sacamos la conclusión de que viendo o practicando (entrenando) aprendieron un 61 % de los futbolistas encuestados.
En esta misma encuesta se cita:
Un 30,5% entrenan, para mejorar el regate, por su cuenta,
Un 31,0% entrenan para mejorar el regate con entrenador.
Un 17,0% entrenan para mejorar el regate sin aclarar como.
Un 13,0% practican para mejorar el regate en partidos amistosos y oficiales.
Un 6,5% no entrenan el regate.
Un 2,0% entrenan cualidades físicas para mejorar el regate.
En resumen:
78,5% entrenan para mejorar regate.
2,0% entrenan físicamente para mejorar.
13% practican sin entrenamiento previo.
6,5% no entrenan.
Una combinación de ambas encuestas puede llevarnos a la conclusión de la necesidad y los efectos positivos del entrenamiento y trabajo del regate como acción técnica.
La programación del entrenamiento para el regate ha de ser metódica y debe cumplir algunos requisitos fundamentales:
De lo simple a lo complicado.
De parado a “en movimiento”.
Ejecutar de lento a rápido.
Descomponer en fases para ver y corregir defectos
De oposición estática a oposición real.
En los primeros años, hasta llegar a infantiles, los jugadores realizan regates por imitación de ídolos. La edad adecuada para el entrenamiento dirigido del regate es de 12 a 16 años y posteriormente de mejora, para potenciar y automatizar las acciones ya dominadas y dotar de mayor número de salidas.
Siempre tendremos que respetar la forma característica de realizar esta acción, ya que tiene su propia personalidad futbolística cada jugador.
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