ESCUELA DE FÚTBOL COLORADO VÁSQUEZ QUITO ECUADOR

jueves, 13 de agosto de 2015

PROCEDIMIENTOS ORGANIZATIVOS

Los procedimientos organizativos se caracterizan por el curso que ha de seguirse en la ejercitación de las actividades, es decir la dinámica de los alumnos en relación con la tarea a desarrollar. Se distinguen dos tipos de procedimientos organizativos, en dependencia de si los ejercicios se realizan de forma simultánea o si sigue una secuencia alternada. Los procedimientos organizativos más empleados son:
·                    Procedimientos por ondas.
·                    Procedimientos por recorrido.
·                    Procedimientos en circuitos.
·                    Procedimientos en estaciones.
·                    Procedimientos en áreas.
En la clase de Educación Física existe una estrecha relación entre las formas básicas y los procedimientos organizativos. El profesor, al seleccionar en un momento dado un tipo de procedimiento, guiará a sus alumnos a que adopten la distribución, la formación y el ordenamiento que él le indique según los propósitos previamente establecidos.
En las clases de Educación Física muchos de los procedimientos organizativos emplean las formas de organización en grupos, tales como:
·                    En parejas, tríos, etc.
·                    En secciones.
·                    En ondas.
·                    En recorrido.
·                    En estaciones.
·                    En circuito.
·                    En áreas.
En parejas, tríos, etc., es el procedimiento que se basa en agrupar a los alumnos de acuerdo con su edad, peso, talla, nivel de desarrollo de capacidades o habilidades físicas, posibilitando de esta forma una adecuada dosificación de los ejercicios, ofreciendo múltiples oportunidades y combinaciones al profesor para lograr sus objetivos. A manera de ejemplo citamos los siguientes ejercicios:
1.           Carretilla.
2.           Transporte de un compañero.
3.           Halar una soga.
4.           Movimiento de imitación del estilo caminando (salto de longitud)
5.           Voleo, pase y recibo (voleibol)
6.           Desplazamiento, pase y tiro a portería (fútbol)
7.           Avanzar el balón por medio de pases (baloncesto)
En secciones es el procedimiento que se fundamenta, igual que el trabajo en parejas, tríos, etc., pero con un mayor número de alumnos y con la posibilidad de realizar ejercicios iguales y simultáneos.
En ondas es el que consiste en un procedimiento organizativo para realizar ejercicios semejantes en forma alternada. Es apropiado para el desarrollo y fijación de habilidades y de capacidades, así como para ejercer un mayor control del rendimiento de los alumnos, corrección de errores, etc.
En recorrido es un procedimiento eficaz para el desarrollo de la preparación física general de los alumnos, posibilita la realización de diferentes ejercicios o tareas y permite efectuar combinaciones a los efectos de la dosificación adecuada de la carga.
En estaciones es el procedimiento por el cual se entienden distintos sitios o posiciones dentro de un área o instalación deportiva donde los alumnos efectúan los diversos ejercicios.

En circuito es el procedimiento que posee la misma organización que las estaciones pero sus objetivos son diferentes, para el desarrollo de capacidades físicas tales como la fuerza y la resistencia.

Entrevista a Patricia Ramírez en Para Todos La 2 — Padres entrenadores.

Sistemas Energéticos Básicos

Todos los animales y plantas dependen de la energía para mantener sus vidas. Como humanos. Obtenemos esta energía de los alimentos. Tanto si comemos  frutas y verduras frescas como si nos damos el gusto de comer patatas fritas y hamburguesas. Cada bocado nos proporciona energía que nuestros cuerpos precisan.
No se puede entender la fisiología del esfuerzo sin comprender algunos conceptos clave sobre la energía.
 Hemos visto que el movimiento no se produce sin un coste. Pagamos este coste con ATP, una forma de energía química almacenada dentro de nuestras células. Producimos ATP mediante procesos que se conocen colectivamente como metabolismo. Nuestro foco de atención en este capítulo. Analizaremos los procesos bioquímicos que son fundamentales para comprender cómo nuestro cuerpo usa los alimentos a fin de crear energía para el movimiento. Luego discutiremos cómo la medición de la producción y del consumo energético nos ayuda a comprender los efectos del ejercicio agudo y crónico sobre el rendimiento y el acondicionamiento.

En 1978, Tom 0sIer, un corredor de maratón y de ultra maratón mundial, fue al Ball State University Human Performance laboratory para ser estudiado durante su intento de correr y caminar continuamente durante 72 horas. Las mediciones en el laboratorio indicaron que sus músculos estuvieron usando principalmente hidratos de carbono para obtener energía durante las primeras horas de ejercicio. Con el transcurso de las horas, una proporción cada vez mayor de la energía necesaria para continuar esta prueba se obtenía de las grasas. Finalmente, durante las últimas 24 horas de esfuerzo, casi la totalidad de su energía la proporcionaron las  reservas de grasa de su cuerpo, a pesar de la continua ingestión de leche saturada con azúcar y de un pastel de aniversario de 46 x 53 cm. A pesar de la toma de 9.000 kcal durante las  primeras 24 horas, Tom se vio forzado a finalizar su esfuerzo a las 70 h, agotado Y sin energía, habiendo recorrido 322 km.
Muchos diccionarios definen el término energía como la capacidad para realizar un trabajo. Desgraciadamente esto equivale a no decir nada de las muchas funciones biológicas que dependen de la producción y liberación de energía.
La energía puede adoptar un cierto número de formas, tales como:
v    química,
v    eléctrica,
v    electromagnética.
v    térmica,
v     mecánica y
v     nuclear.
Según las leyes de la termodinámica, todas las formas de energía son intercambiables. La energía química, por ejemplo,  puede usarse para crear la energía eléctrica almacenada en una balería, que puede usarse entonces para realizar un trabajo mecánico proporcionando potencia a un motor. La energía no se crea ni se destruye jamás. En vez de esto, sufre una degradación continuada pasando de una forma a otra, convirtiéndose finalmente en calor, normalmente, entre el 60% y el 70% de la
Energía  total del cuerpo humano se degrada a calor.
¿Cómo emplea, nuestro cuerpo la energía antes de que la misma alcance esa fase final?
Energía para la actividad celular
Toda la energía tiene su origen en el sol como energía lumínica.
Las reacciones químicas en las plantas (fotosíntesis) convierten la luz en energía química almacenada.
A su vez, nosotros obtenemos energía comiendo plantas, o animales que se alimentan de plantas. La energía se almacena en los alimentos en forma de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Estos componentes alimenticios básicos pueden descomponerse en nuestras células para liberar la energía acumulada.
Puesto que toda la energía se degrada finalmente en calor, la calidad de energía liberada en una reacción biológica se calcula a partir de la cantidad de calor producido.
La energía en los sistemas biológicos se mide en kilocalorías (kcal).
Por definición, I kcal equivale a la cantidad de energía precisa para elevar la temperatura de  1 kg de agua desde 1oC hasta 15oC la combustión de una cerilla, por ejemplo, libera aproximadamente
0,5 kcal, mientras que la combustión completa de un gramo de hidratos de carbono genera aproximadamente 4.0 kcal.
En las células se usa alguna energía libre para el crecimiento y la reparación a lo largo del cuerpo. Tales procesos, tal como habíamos mencionado anteriormente, aumentan la masa muscular durante el entrenamiento y reparan los daños musculares después de la finalización del ejercicio o de haberse producido una lesión. También se necesita energía para el transporte activo de muchas sustancias, tales como la glucosa  y los Ca ++ a través de las membranas celulares. El transporte activo tiene una importancia crítica para la supervivencia de las células y para el mantenimiento de la homeostasis.
Una parte de la energía liberada en nuestro cuerpo es usada también por las miofibrillas para producir el deslizamiento de los filamentos de actina y de miosina, dando como resultado la acción muscular y la generación de fuerza.
Vamos a ocuparnos principalmente de este último fenómeno.

Fuentes energéticas

Los alimentos se componen principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno y, en el caso de las proteínas, nitrógeno.
Los enlaces celulares en los alimentos son relativamente débiles y proporcionan poca energía cuando se descomponen. En consecuencia, los alimentos no se usan directamente para las operaciones celulares. En lugar de esto, en los enlaces de las moléculas de los comestibles, la energía se libera químicamente dentro de nuestras células, almacenándose luego en forma de un compuesto altamente energético denominado adenosin - trifosfato (ATP).
La formación de ATP da a las células los medios para  almacenar y conservar energía  en un compuesto altamente energético.
                En reposo, la energía que nuestro cuerpo necesita se obtiene casi por un igual de la descomposición de hidratos de carbono y de grasas. Las proteínas son los ladrillos con los que se construye nuestro cuerpo, proporcionando generalmente poca energía para la función celular. Al pasar de la realización de un esfuerzo muscular suave a otro agudo, se emplean progresivamente más hidratos de carbono, dependiendo menos de las grasas.
En los ejercicios máximos de corta duración, el ATP se genera casi exclusivamente a partir de los hidratos de carbono.
Hidratos de carbono
La dependencia de nuestros músculos respecto a los hidratos de carbono durante el ejercicio está relacionada con la disponibilidad de hidratos de carbono y con que el sistema muscular esté bien desarrollado para su metabolismo.
Los hidratos de carbono se convierten en última instancia en glucosa, un monosacárido (azúcar de una sola unidad) que es transportado por la sangre a los tejidos activos, donde se metaboliza. En reposo, la ingesta de hidratos de carbono es absorbida por los músculos y el hígado, luego se convierte en una molécula de azúcar mucho más compleja: glicógeno. Éste se almacena en el citoplasma hasta que las células lo utilizan para formar ATP. El glicógeno, depositado en el hígado, cuando se necesita, se convierte nuevamente en glucosa que es transportada por la sangre a los tejidos activos donde es metabolizada.
Las reservas de glucógeno en el hígado y en los músculos son limitadas y pueden agotarse a menos que la dieta contenga una razonable cantidad de hidratos de carbono. Por lo tanto, dependemos fuertemente de nuestras fuentes dietéticas de almidones y azúcares para reponer nuestras reservas de hidratos de carbono. Sin una ingestión adecuada de ellos, los músculos y el hígado pueden quedar desprovistos de su principal fuente de energía.

Grasas

Las grasas y las proteínas también se usan como fuentes energéticas. Nuestro cuerpo acumula mucha más grasa que hidratos de carbono. Tal como se ve en la tabla 4.1, las reservas energéticas del cuerpo en grasas es mucho mayor que las de hidratos de carbono. Pero las grasas son menos accesibles para el metabolismo celular, porque primero deben ser reducidas desde su forma compleja (triglicéridos) a sus componentes básicos: glicerol y ácidos grasos libres. Sólo éstos se usan para formar ATP.
Tal como se ve en la figura 4.1, se obtiene sustancialmente más energía de una cantidad determinada de grasa (9 kcal/g) que de la misma cantidad de hidratos de carbono (4 kcal/g). No obstante, el ritmo de liberación de energía de estos compuestos es demasiado lento para satisfacer todas las demandas de energía de la actividad muscular intensa.
Las reservas de hidratos de carbono en el hígado y en los músculos esqueléticos están limitados  a menos de 2.000 kcal de energía, o el equivalente de la energía necesaria para  correr aproximadamente 32 km. Las reservas de grasa, no obstante, suelen superar las 70.000 kcaI de energía acumulada.
                          


Figura 4.1 Energía liberada por 1g de hidratos de carbono y de 1 g de lípidos. Aunque 1g de lípidos pueda generar 2,25 más energía que una cantidad igual de hidratos de carbono, también requiere más oxígeno para metabolizarse