ESCUELA DE FÚTBOL COLORADO VÁSQUEZ QUITO ECUADOR

domingo, 11 de octubre de 2015

Qué actitud tengo que tener para ser un buen entrenador.

Cada uno es como es, y eso es difícil de cambiar. Pero es
cierto que cuando uno tiene ilusión por algo y además es su pasatiempo favorito, todo es más fácil. Si quieres ser un buen entrenador tienes que estar en constante renovación de conceptos, no te acomodes, ve a charlas, coloquios con otros entrenadores, entrenamientos de equipos profesionales de tu ciudad, haz cursos formativos y acreditativos. Hay una gran variedad de cursos que servirán para formarte y algunos de ellos no son nada caros.
Otra característica que tenemos que tener es dejar los problemas a un lado siempre que vayamos a entrenar. Tendremos días mejores y peores, problemas en el trabajo o discusiones con nuestra pareja pero todo eso debe de quedar a un lado e ir con una actitud positiva ya que nuestros jugadores y entorno de los mismos no tienen la culpa de lo que pase en nuestra vida personal. De hecho normalmente entrenar nos sirve como terapia para evadirnos durante un rato de los problemas que podemos tener diariamente.
Ser una persona feliz. Si entrenar nos causa amargura o no lo pasamos bien es que no estamos hechos para esto. Ojo, no estoy diciendo que no nos frustremos en ningún momento o que no lo pasemos mal porque vemos que no salen los resultados esperados. Lo que digo es que si entrenando no disfrutas y te hace feliz, a pesar de las complicaciones porque ves aunque sea una pequeña evolución en los jugadores o por lo menos que muestran actitud y respeto en lo que hacen, si esto no te hace feliz y volver con ganas cada día nuevo que entrenas, es mejor que te dediques a otra cosa.
Unido a esto último viene la paciencia. Cuanto más chicos son los jugadores, más paciencia hay que tener. Pero en general sean de la edad que sean hay que persistir y esperar. Si sabes que tu trabajo ha dado resultado, si crees que la forma de entrenar es la correcta, hay que ser pacientes. Acabarás por conseguir lo que te has propuesto.
El único problema es que solemos trabajar con el equipo un año y puede que transcurrida la temporada no hayamos conseguido lo que pretendíamos. También os digo que es raro. Debéis de ver los progresos a lo largo de la temporada y al final de la misma los chicos tienen que jugar a lo que tú quieres, aunque no sea el juego perfecto que pretendías, nunca lo será. También hay que pedir paciencia a padres y superiores que a veces no la tienen y pierdes el apoyo de los mismos no pudiendo realizar tu trabajo adecuadamente. Yo, por suerte, siempre he tenido el apoyo de ambas partes, y si he notado dudas, he hablado con ellos para explicar mi método de nuevo y ver si seguía teniendo o no su apoyo.
Dialogador, que no pesado. Una persona siempre dispuesta a tratar con los jugadores, aunque siempre manteniendo las distancias y cada uno en su lugar. Lo que tienes que evitar es hablar con los padres más de la cuenta, pues pueden tener esto como habitual y charlar sobre sus hijos todos los días sobre cosas intrascendentes. Con los jugadores habla lo que haga falta, pero no sobre fútbol siempre. Sobre fútbol sólo dale las dos o tres indicaciones que les hacen falta. Gasta bromas, habla de sus vidas, hazles pasar un buen rato.
Y por último pero creo que es una de las características más importante, un entrenador tiene que ser coherente entre lo que dice y cómo actúa. Lo he repetido o repetiré en otros epígrafes. Tienes que ser claro con todos y cumplir con lo que dices. No pidas puntualidad si tú no lo eres, no digas que castigarás si luego hay incumplimientos y no castigas, o lo que es peor, castigas según conveniencia o favoritismos. Ser una persona coherente te dará algún problema pero te evitará miles, en cambio, no serlo te creará miles de problemas para solucionar solo alguno.