ESCUELA DE FÚTBOL COLORADO VÁSQUEZ QUITO ECUADOR

domingo, 1 de octubre de 2017

«Tipo resistente» y «tipo esprínter»

👉⚽TIPO RESISTENTE Y TIPO SPRINTER

A pesar de que el futbolista, por lo general, es un deportista que mayoritariamente tiene musculatura de contracción rápida, en los equipos siempre hay jugadores que no responden a esta tendencia general.
Por ello, en todos los equipos se diferencia entre jugadores «tipo sprinter» con mayoría de músculos de contracción rápida y jugadores «tipo resistente», que poseen más músculos de contracción lenta.
En el entrenamiento es importante efectuar este tipo de diferenciación.
Los «tipo resistencia» tienen una capacidad superior en los esfuerzos de resistencia así como también una mayor facilidad de recuperación, ya que sus fibras musculares están «especializadas» en resistencia y tienen correspondientemente una capacidad metabólica aeróbica. Por el contrario, en velocidad o fuerza potencia tienen menos rendimiento y menor capacidad de recuperación debido a la estructuración de su metabolismo.
Los «tipo sprinter», por su parte, son poco indicados para una práctica intensiva y larga y, por lo tanto, en un entrenamiento de este tipo presentan una resistencia y capacidad de recuperación bastante bajas. Si en un entrenamiento no se diferencia entre las diferentes capacidades y los diferentes «tipos», el mismo entrenamiento puede resultar muy diferente para cada uno de los jugadores. Para algunos puede ser óptimo, mientras que para otros es una sobrecarga o no representa ningún esfuerzo en absoluto (ver Dorenberg, 1978, pág. 64; Tihanyi, 1989, pág. 41; Bode, 1991, pág.
6).

Ejemplos:

👉1. En un entrenamiento de resistencia aeróbico, el «tipo sprinter» deberá tener muy en cuenta no intentar correr con la misma intensidad que el «tipo resistente», ya que de hacerlo se cansará rápidamente podrá reconocerse por un ritmo cardíaco muy elevado o por valores muy altos de lactato y en lugar de entrenar la resistencia básica aeróbica, entrenara la resistencia anaeróbica, es decir, intentar no errar su objetivo en el entrenamiento (ver Binz, 1984, págs. 33-34). Si se entrena durante mucho tiempo de esta forma tan general sin adaptarlo a cada tipología puede suceder que el «tipo sprinter», a pesar de haber estado entrenando en resistencia aeróbica, no mejore en ello sino que sea todavía peor.
👉2. Por el contrario, en un entrenamiento de resistencia de sprint (resistencia especial del futbolista), es el «tipo resistente» el que tiene que vigilar no caer en el error de efectuar movimientos poco adecuados para él. En este tipo de entrenamiento los «tipos resistente» se recuperan más lentamente debido al esfuerzo, para ellos poco habitual, qué están haciendo. En este caso, el «tipo resistente» necesita hacer un descanso más largo que el «tipo sprinter». Si debido a que el entrenamiento es conjunto y ambas tipologías hacen los mismos descansos, a largo plazo sólo el «tipo sprinter» mejorará su rendimiento, ya que estará entrenando con el método más correcto para él. La «tipología resistente» por el contrario no rendirá mejor con este tipo de entrenamiento de intervalos y no podrá alcanzar su ritmo máximo; no entrenará la resistencia de sprint sino la de velocidad, característica que para el futbolista no es de máxima prioridad y que si se efectúa muy a menudo perjudicará a la larga la resistencia aeróbica. En un entrenamiento igual para todos mejorará el velocista y empeorará el otro.
👉3. La existencia de «tipos sprinter» y «tipos resistente» no sólo es importante en lo que se refiere a la elección de la intensidad óptima y los tipos de pausa que deben efectuarse, sino también en lo que hace referencia a la utilización de los métodos de entrenamiento que mejor se ajustan a cada uno:
Al entrenar la resistencia aeróbica, el «tipo resistente» debería correr a un ritmo regular durante largos periodos de tiempo, ya que de esta forma entrena de manera óptima sus fibras ST. Por el contrario, el «tipo sprinter» debería recorrer varias veces distancias más cortas y con un ritmo creciente, efectuando pausas al trote, ya que éste es el tipo de esfuerzo que mejor va con su fibra muscular (ver Norpoth, 1988, p. 11; ver p. 102). También es de gran interés el hecho que según el tipo de entrenamiento más orientado a la resistencia, a la velocidad o combinado se produce una pérdida de glucógeno (pérdida del azúcar que contiene el músculo, en las fibras ST o FT. Una resistencia prolongada solamente aeróbica produce sólo un 20 % de pérdida en las fibras FT, pero hasta un 70 % en las fibras ST (ver Jacobs, 1988, pág. 107). En unidades de entrenamiento de velocidad o fuerza-potencia el efecto es el contrario. La pérdida más cuantiosa se produce en las fibras FT. Los esfuerzos mezclados característicos del fútbol producen una pérdida de glucógeno en ambos tipos de fibras.
Jürgen Weineck